La Terapia de Reversión de Hábitos funciona en comportamientos como: tics, tirones de cabello, morderse las uñas y rascarse la piel, por nombrar algunos, y es apropiada para personas de cualquier edad. A menudo, no entendemos realmente qué está impulsando nuestros comportamientos (como el alivio de los impulsos o sentimientos) hasta que los buscamos con la ayuda de un profesional.
¿En qué consiste la Terapia de Reversión de Hábitos?
La terapia de reversión de hábitos se compone de cinco partes:
- Entrenamiento de conciencia: atrae la atención sobre el comportamiento para que la persona pueda ganar mejor autocontrol y conciencia. En esta etapa, trabajará para notar cuándo está realizando el comportamiento, identificar la advertencia más temprana de que un comportamiento está a punto de ocurrir e identificar las situaciones en las que ocurre el comportamiento.
- Entrenamiento de respuesta competitiva: trabajará con su terapeuta para idear un comportamiento diferente para reemplazar el antiguo comportamiento no deseado y practicar la realización de este nuevo comportamiento.
- Motivación y cumplimiento: puede hacer una lista de todos los problemas que fueron causados por el comportamiento para recordarle la importancia de perseverar en él. Se les puede pedir a los padres y amigos que elogien y alienten el progreso de la persona, el apoyo de la familia y los amigos puede aumentar sus posibilidades de patear un comportamiento no deseado.
- 4. Entrenamiento de relajación: los hábitos o tics pueden ser comunes cuando una persona está bajo estrés, puede ser útil aprender habilidades de relajación como respiración profunda, imágenes mentales, atención plena y relajación muscular progresiva para mantener a raya los impulsos.
- 5. Entrenamiento de generalización: practicarás tus nuevas habilidades en una serie de situaciones diferentes para que el nuevo comportamiento se vuelva automático.
La Terapia de reversión de hábitos también se puede utilizar en el tratamiento de la depresión, el tabaquismo, los problemas de juego, la ansiedad, la procrastinación, los trastornos obsesivo-compulsivos y otros problemas de conducta.